El camino de la sostenibilidad se empieza creando un entorno más humano dentro de la empresa.

Así como para tener una casa sólida y duradera en el tiempo es necesario disponer de buenos cimientos, para construir un modelo de negocio sostenible en el medio y largo plazo es necesario tener empleados comprometidos. El cimiento fundamental de una empresa son sus personas. Y si no está bien cimentada, igual que una casa se cae, la empresa desaparece.

En la jerga de la sostenibilidad utilizamos la palabra “material” como aquel asunto relevante que es necesario gestionar de manera activa para que la compañía sea sostenible tanto en el ámbito económico, social y medioambiental. Pues bien, para todos los sectores de la economía, y principalmente en el tecnológico (que debido a la transformación digital está presente en el resto) su capital humano se convierte en el área más relevante de la sostenibilidad empresarial y foco de gestión. Esta afirmación es la que durante muchos años los expertos en sostenibilidad han dejado patente y concretamente se puede ver en el mapa de materialidad elaborado por los analistas de SASB.

En una época donde se está haciendo mucho foco en la contribución de las empresas a problemas sociales asistenciales porque la necesidad obliga a ello, es necesario del mismo modo no perder el foco en el tema más relevante para que la sostenibilidad empresarial funcione: sus empleados. Las elevadas tasas de desempleo de España convierten a la creación de un empleo de calidad e inclusivo en la principal responsabilidad y contribución de la empresa frente a la sociedad.

Pero este empleo de calidad, además de ser su principal contribución social, es el elemento fundamental que permite a la empresa adaptarse y sobrevivir. La tecnología es un recurso más, una herramienta en manos de las personas para ganar eficiencia. Los algoritmos han sido programados en base a la experiencia pasada, y si en el pasado no ha habido cisnes negros, como es el caso de esta pandemia, la tecnología por sí sola no sirve. Es el componente humano el que va a interpretar, anticiparse, innovar, moverse con agilidad y generar confianza en todos sus públicos de interés: clientes, inversores, proveedores, sociedad, etc. Por ello es condición necesaria para la sostenibilidad de la empresa crear un entorno laboral más humano donde las personas desplieguen su máximo potencial. Y este entorno requiere de un modelo de liderazgo ejemplarizante que genere compromiso, una gestión del talento donde haya desarrollo, diversidad y se gestione la fragilidad humana, unas formas de trabajo basadas en la confianza y el respeto, y un propósito vivido por todos y cada uno de los profesionales de la organización.

En un mundo global se puede copiar todo: siempre habrá alguien que haga un producto o servicio de manera más económica, pero lo que no se puede copiar es el entorno humano que ha construido una organización y que ha permitido generar un modelo de compromiso y confianza con todos tus públicos de interés que es la base de la sostenibilidad.

El sector empresarial español ha demostrado durante esta pandemia su capacidad de gestión, compromiso con la sociedad y colaboración, y estas son habilidades puramente humanas.